Instituto Galene

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diciembre 20, 2018 ·

Por qué surgen los conflictos familiares en Navidad y cómo afrontarlos.

¿Por qué surgen los conflictos navideños?

Los conflictos navideños aparecen cuando las personas se siente obligadas a pasárselo bien, ser simpáticos, estar de buen humor, omitir el enfado, la tristeza o a llevarse bien con otros familiares. Estos conflictos, se dan en mayor intensidad y frecuencia en Navidad porque también la sensación de “tener que” puede llegar a vivirse como una obligación absoluta.

Tengo que ir a esta reunión familiar, tengo que estar de buen humor en la cena de navidad en casa de la abuela, tengo que arreglarme e ir bien vestido, tengo que hacer regalos, tengo ayudar con los preparativos navideños en casa y mi pareja no me está ayudando.

En este sentido puede que la sensación de “tener que” no esté a un nivel consciente pero sí la de estar en medio de un conflicto navideño ya que es muy frecuente relacionar las sensaciones que se repiten con el ambiente en el que nos encontramos, en este caso, la Navidad.

Incluso los miembros de la familia que intentan agradar, que hacen de intermediarios, que promueven el ambiente festivo e intentan que todo el mundo esté a gusto, son personas que también sienten que “agradar a los demás es su cometido”, “vamos a ver si tenemos la fiesta en paz”. En el fondo eso es lo que buscan todos, tener unas navidades donde haya paz, tranquilidad y calma.

Si os fijáis he puesto varios ejemplos que son en familia y no por casualidad, ya que la realidad es que los conflictos familiares en Navidad son los más frecuentes. La navidad es una época en la que los compromisos familiares se acentúan y en muchas ocasiones personas que normalmente no pasan tanto tiempo juntas, se ven abocadas a compartir tiempo únicamente porque es Navidad.

Los compromisos familiares van ligados a esta sensación de obligación o “tener que” y esto dificulta que los distintos miembros de un familia se relacionen de una manera auténtica y espontánea.

De tal manera que si hay más de un familiar que se siente obligado a hacer algo, comportarse de una manera específica o reprimir sus verdaderas emociones, se puede generar un ambiente tenso y en algún momento comenzar una discusión que desemboque en 2 tipos de situaciones principalmente:

1. Conflicto explícito: aquel que escala y termina en gritos, reproches o, incluso insultos.

2. Conflicto silente: se da cuando se crea un ambiente tenso u opresivo en el que las personas involucradas se sienten rígidas e incómodas.

Ambas situaciones provocan un malestar general que alimenta los conflictos familiares propios de la Navidad.  Estas situaciones promueven que los distintos miembros de una familia anticipen los conflictos navideños y entonces entren en varias conductas pasivas que retroalimentan precisamente los conflictos que tanto temen.

¿Cómo manejar los conflictos familiares?

Normalmente, cuando se produce un conflicto explícito la gente intenta gestionarlo agitándose, haciendo muchas cosas a la vez, intentando controlarlo todo o poniéndose nerviosa ante la expectativa del siguiente conflicto navideño.

“Voy a ir hacer la compra y antes de eso paso por una tienda y le compro este regalo al tío Juan que es un tacaño y nunca regala nada pero es lo que me toca, bueno antes mejor dejo hecho un bizcocho para la merienda en familia, me levanto y me siento, paseo por mi casa, voy a la tienda y lo revuelvo todo porque no encuentro para el tío Juan así que me pongo nerviosa porque no tengo otro momento para buscar su regalo y la compra, tengo que hacerla pero con tanto estrés me he dejado la lista en casa”

De tal forma que cuando llego al evento familiar, llego con alteración interna, nerviosismo, o intentando reprimir lo que siento. Es entonces cuando, en un momento dado exploto e intento liberar mi enfado, frustración y estrés gritando en la merienda cuando alguien se queja por algo.

Cuando el conflicto es más silente y, como ya hemos dicho, se caracteriza por cierta tensión en el ambiente, la gente intenta gestionarlo sobreadaptándose (haciendo lo que creo que los demás quieren que yo haga) o no haciendo nada.

“Voy a agradar, mejor no decir nada, ignoraré lo que está diciendo el tío Juan sobre mi bizcocho. El tío Juan ha dicho que no puede venir mi pareja porque no soporta a la gente “liberal” así que yo no hago nada por defender a mi pareja o dar mi opinión y venir a la merienda familiar con mi pareja. Así que no aviso a mi pareja de la merienda y voy yo sola. Del tal forma  que cuando llegan mis primos con sus parejas y me preguntan por la mía explico que no puede venir por el tío Juan, entonces un primo mío se queja al tío Juan por su actitud injusta y el tío Juan le dice que no sea abogado del diablo. Yo me callo y no hago nada al respecto.”

¿Cómo afrontar los conflictos familiares en Navidad? 5 puntos claves

1. Disminuye tu número de compromisos: Es importante reducir el número de eventos, reuniones o actividades en las que te sientas obligad@ a ir. Si vas, no te encontrarás bien y si te permites no ir a varios de estos compromisos, cuando vayas podrás disfrutar más de estar junto a tu familia, cuando realmente quieres estar con ellos. No es una cuestión de ser un egoísta o un pasota, es una cuestión de ser fiel a ti mismo y a lo que realmente te apetece y necesitas.

2. Escucha tus emociones y atiende a tus necesidades: Si te sientes triste, enfadado, melancólico o apático, déjate sentir. Pregúntale a cada emoción que necesita. A lo mejor necesitas estar un rato sol@ o darte un paseo o descansar una tarde, o no sentarte al lado del familiar con quién no congenias. Atiende a estas necesidades ya que si te fuerzas a hacer cosas que no concuerdan con lo que necesitas, te vas a encontrar mal.

3. Dedica tiempo a hacer lo que a ti te gusta en Navidad: Si te regalas a ti mismo las actividades o planes que a ti te gustan, disfrutarás de esta época de luces y color. Así te será más fácil y te apetecerá acudir a eventos familiares y disfrutarás más de ellos.

4. Busca un equilibrio con tus familiares: Negocia. Esto de primeras no parece fácil pero si te has permitido las claves anteriores, entonces es más probable que tus necesidades estén cubiertas y estés disponible para negociar con tu familia sobre lo que hacer en navidad, y cómo repartir el tiempo etc.

5. No anticipes: Cuando se acerque un evento familiar déjate estar según como te sientas, no tienes que ser la alegría de la huerta ni te tienes que mentalizar para serlo en la comida familiar. Céntrate en el momento presente. Los eventos se organizan entre todos por lo que puedes negociar con tu familia para que tus necesidades estén satisfechas.

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